Breve historia del feminismo

“El feminismo es todavía un gran desconocido” cuenta Nuria Varela a Actualidad Joven. ¿Cuántas de nosotras conocemos nuestra propia historia? ¿Cuántas la hemos estudiado? El feminismo es un gran desconocido y a la vez es uno de los movimientos sociales más conocidos porque todo el mundo habla de él. Cada uno ve el feminismo como quiere y esto ocurre porque, “por desgracia, tienes que ir a buscarlo, no te lo vas a encontrar en el aula, está muy censurado en los medios de comunicación…. Solamente lo conocerás si tienes interés, te preocupas y te formas. Sino es un discurso que todavía es muy desconocido.” explica Nuria Varela y concluye protestando porque “no hay ese respeto por la teoría, por la tradición intelectual tan larga y tan importante.”

Por ello, trataremos de contar la historia del feminismo brevemente, aunque os recomendamos que leáis el libro de Nuria Varela, Feminismo para Principiantes, que nos ha ayudado mucho a contextualizar y aprender nuestra historia.

“El feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII- aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera” Victoria sau. (2001). Diccionario Ideológico Feminista.


La Primera Ola

La Primera Ola del feminismo se inició a finales del siglo XVIII porque las mujeres comenzaron a ser conscientes de su opresión y a luchar contra ella en parte el pensamiento ilustrado, que tiene como premisa la igualdad de sus ciudadanos. Por ello, sus mayores reivindicaciones exigían el derecho al voto, a la educación, al trabajo, la abolición de los malos tratos en el matrimonio… Pero la mayoría fueron terriblemente silenciadas.
Aunque las peticiones de estas mujeres en esta primera ola fuesen totalmente reprimidas, pusieron los cimientos para poder conseguir la igualdad de derechos casi dos siglos después.

Dos nombres propios a los que las debemos muchísimo

Olimpia de Gouges fue una de las mayores exponentes del feminismo del siglo XVIII, al publicar la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana” en 1791, como respuesta a la “Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano” que proclamó la Asamblea Nacional Francesa. Esto no gustó en la sociedad francesa de la época y fue brutalmente acallada con la guillotina dos años después.

Mary Wollstonecraft escribió en 1790 la “Vindicación de los Derechos Del Hombre”, un enorme éxito en su época. Por ello escribió después “Vindicación de los derechos de la mujer”, donde proclamaba la igualdad de sexos señalado también en la dedicatoria que ella “abogaba por su sexo y no por ella misma.”


La segunda ola
La segunda mitad del siglo XIX marcó un gran hito en la historia del feminismo.

En 1848, Elizabeth Cady Staton anunció mediante el periódico local la Convención sobre los derechos de la mujer en la capilla de Seneca Falls (en el Estado de Nueva York). La convención se dividió en dos sesiones, la primera únicamente para mujeres y la segunda, mixta a la que acudieron más de 300 personas. Esta convención propició la creación de la Declaración de Seneca Falls o la Declaración de Sentimientos.

Por otro lado en Inglaterra, las sufragistas comenzaron a elevar en 1832 las peticiones de voto para las mujeres, que fueron totalmente ignoradas, hasta que en 1866 Emily Davies y Elizabeth Garret Anderson presentaron la “Ladies Petittion”, firmada por 1.499 mujeres. Dos amigos del feminismo, John Stuart Mill y Henry Fawcett la presentaron a la Cámara de los Comunes, pero fue rechazada, lo que propició que se crease la Sociedad Nacional Pro Sufragio de la Mujer.
Tras varios años de intentos legales que buscaban aprobar el sufragio universal y permitir que las mujeres pudiesen votar, en 1903 las sufragistas, encabezadas por Emmeline Pankhurst (que sería la presidenta de la National Union of Women Suffrage), comenzaron a irrumpir en los discursos y eran expulsadas por la policía, que le ponían multas que no pagaban, lo que provocaba que ingresasen en prisión. Allí hacían huelgas de hambre, pero eran obligadas a comer forzosamente.
Sin embargo, a pesar de las continuas reivindicaciones, las sufragistas inglesas no lograron su derecho al voto hasta el 1917.


La tercera ola

La tercera ola se manifiesta entre la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días y ha buscado afianzar el pensamiento feminista en toda la sociedad. Iniciada en la década de los 60, tomó como referencia a Simone de Beauvoir y Betty Friedan.

Simone de Beavoir, con su obra titulada “El segundo sexo”, criticó la opresión opresión a la que es sometida la mujer por parte del hombre y a Betty Friedan, con su ensayo “La mística de la feminidad”, analizó y criticó la situación de dominio y sometimiento sobre las mujeres desde el punto de vista psicológico-social de la identidad femenina, ya que solo aparecían definidas como “amas de casa, madres o esposas” y lo denominó como “el problema que no tiene nombre.”

En esa época se podía encontrar dos divisiones dentro del feminismo: el feminismo liberal, que concibe la situación de mujeres como una desigualdad y aboga por la reforma del sistema hasta la igualdad; y el feminismo radical, que a finales de los 60, decidió constituir el Movimiento de Liberación de la Mujer como forma de organizarse y separarse de los hombres. No obstante, no todas las mujeres estaban de acuerdo con la necesidad de separarse de los hombres, por lo que se creó una división interna entre las feministas radicales, creando el feminismo radical (que busca e identifica los centros de dominación patriarcal en las “esferas privadas”) y el feminismo de la diferencia (que se centra en la diferencia y exalta el principio femenino y sus valores).


¿Estamos entrando en la cuarta ola?

En los últimos años el feminismo está haciendo historia. Las multitudinarias manifestaciones (en el caso español) por la sentencia contra La Manada, el apoyo en redes sociales a las víctimas de violencia de género, el #NoesNo o el movimiento #Meetoo (o #Yotambién) entre otras acciones, han hecho que muchos historiadores se planteen si estamos entrando en la cuarta ola.

El hito internacional se suele situar con el desarrollo del movimiento #MeToo, un movimiento viral basado en hastags en las redes sociales creado como denuncia las agresiones sexuales y los acosos sexuales en 2017, a partir de las acusaciones contra Harvey Weinstein, un conocido productor de cine estadounidense. El movimiento se basa en poner el hastag y contar sus experiencias como modo de denuncia. Ha sido secundado por más de 500.000 personas y repetido en numerosos países.

Finalmente, como comenta Laura Freixas, es posible que estemos viviendo una cuarta ola cuyo detonante, en España, fue la sentencia de La Manada.

“Sí, parece ser que estamos en la cuarta ola. Yo no soy historiadora y este no es mi tema, pero sí, parece que estamos en una cuarta ola cuyo detonante es el hartazgo de las mujeres en particular jóvenes que son las que más lo sufren. En particular el hartazgo sobre la violencia sexual que va desde el acoso sexual en el trabajo hasta el peligro de violación que tanto limita nuestra vida y yo creo que en el caso español el detonante fue el caso de La Manada.” Laura Freixas

Y vosotras… ¿Qué pensáis?

Bibliografía básica
-Nuria Varela (2005): Feminismo para principiantes.
- Victoria sau. (2001). Diccionario Ideológico Feminista. Barcelona: ICARIA.

Webs interesantes
https://diversidad.murciaeduca.es/orientamur/gestion/documentos/definicion_de_feminismo.pdf
http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1397
http://www.bantaba.ehu.es/formarse/ficheros/view/Historia_del_Movimiento_feminista.pdf?revision_id=53767&package_id=33304

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